Creo que la primera vez que oí hablar del sulforafano fue a Odile Fernández en su libro «Mis recetas anticáncer». Una sustancia que se encuentra en las plantas crucíferas (brócoli, coliflor, coles de Bruselas, repollo, kale) y que es capaz de detener el crecimiento tumoral.
El brócoli es con diferencia la crucífera que tiene más contenido de sulforafano.
De todos es sabido que comer brócoli tiene grandes beneficios para nuestro organismo. Es una de las verduras más nutritivas, gracias a su alto contenido en vitaminas y minerales.
No está claro el origen del brócoli, aunque se cree que es mediterráneo. Ya los romanos apreciaban enormemente el brécol, y lo incluían abundantemente en su dieta.
Apenas tiene calorías, es una fuente notable de vitaminas A y C, calcio, potasio, fósforo, hierro, ácido fólico, vitaminas B1, B2 y B6 y también aporta una buena dosis de cinc, cobre y manganeso.
Actúa en el estómago como antibiótico y es capaz de regular la población de la bacteria Helicobacter pylori, uno de los causantes de la úlcera de estómago.
Además, el brócoli contiene un grupo de sustancias llamadas glucosinolatos, que son componentes químicos con azufre. Estas sustancias químicas son las responsables del aroma penetrante y el sabor amargo de las plantas crucíferas.
Estos glucosinolatos durante la digestión se transforman en sulforafano, una sustancia que activa los genes que mejoran la respuesta al estrés oxidativo y factores que inhiben el crecimiento tumoral.
Esta transformación se produce gracias a una enzima llamada mirosinasa, que también se encuentra en la planta y que se libera cuando se corta, pica o mastica.
Si eres muy fan de la bioquímica, este enlace puede resolver todas las dudas que te surjan.
Lo normal es cocinar el brócoli, pero las altas temperaturas destruyen los glucosinolatos. Se conservan bastante bien hasta los tres minutos de cocinado al vapor. Hervido en agua es como más destruiremos sus nutrientes. La cantidad de glucosinolatos en un brócoli crudo es 10 veces mayor que en uno hervido.
En este enlace puedes ver un estudio que se realizó para comprobar cuál es la mejor manera de cocinar el brócoli para aprovechar al máximos sus nutrientes
Una opción muy saludable es consumir germinados de brócoli. Estos se pueden comer en crudo sin problema y estudios han señalado que las semillas germinadas de 3 días contienen de 20 a 50 veces la cantidad de compuestos quimicoprotectores que se encuentran en las cabezas de brócoli maduro.
Es recomendable también consumir tanto el brócoli como los brotes de cultivo ecológico. La cantidad de nutrientes es notablemente mayor y evitamos la toxicidad de agroquímicos.
Beneficios
Las ventajas que nos ofrece el sulforafano para nuestra salud, entre otras, son:
- Protege las células de daños al ADN y podría ser un reparador a nivel de ARN mitocondrial.
- Favorecen la desactivación de oncogenes.
- Tienen efectos antivíricos y antibacterianos.
- Posee efecto antiinflamatorio.
- Inducen la muerte celular (apoptosis).
- Inhiben la formación de vasos sanguíneos tumorales y la migración de las células tumorales que acaban produciendo metástasis.
Además tiene estos efectos en otras áreas de la salud:
- Reduce los niveles de triglicéridos
- Es un auténtico alimento detoxificante, y previene el hígado graso.
- El brócoli contiene cantidades importantes de carotenoides luteína y zeaxantina, que protegen a nuestros ojos contra cataratas y degeneración macular.
- Ayuda a regular la bacteria Helicobacter Pylori. Recordemos que una población excesiva de esta bacteria se ha asociado también, aunque aún no hay estudios certeros, a determinados tipos de leucemias y linfomas.
- Reduce también los índices glucémicos en nuestro organismo, importante para abordar la recuperación de cualquier tipo de cáncer, y que también es muy útil para tratar la diabetes tipo 2
Podemos recurrir al sulforafano en forma de suplemento. Debemos asegurarnos que tiene una concentración adecuada. He visto suplementos de extractos que contienen apenas un 1% de sulforafano. También debemos tener en cuenta que esté activado para que haya una correcta absorción.
Marcas como Solaray, Equisalud, Zhou y Jarrow, tienen algo más de un 10% del contenido del extracto en sulforafano y contienen también la enzima mirosinasa, necesaria para la activación del sulforafano.
Cuando nos encontramos en remisión de Linfoma Folicular, la remediación de los genes debe ser nuestro campo de batalla. El sulforafano nos ofrece interesantes propiedades para reparar nuestro ADN y también para ayudar en la muerte natural celular, y favorecer la regeneración con células sanas.
En este enlace podéis saber un poco más sobre cómo nuestros genes influyen en una gran parte de nuestra salud. https://linfomayvida.com/epigenetica-como-reconducir-nuestros-genes/
Recordemos que el tratamiento con quimioterapia y anticuerpos monoclonales, son muy efectivos para reducir la enfermedad, pero por sí solos no actúan sobre nuestros genes. Esto es algo que debemos conseguir nosotros a posteriori con los cambios en nuestro estilo de vida y nutrición. Es nuestra garantía para tener una remisión a largo plazo.
Contraindicaciones
Si hay problemas renales no es conveniente tomar demasiado brócoli o extractos. Al llevar un contenido alto en potasio, puede haber una acumulación indeseada de este mineral.
Comer brócoli crudo puede originar problemas digestivos y flatulencia.
Las crucíferas en general contienen bociógenos, que poseen la capacidad de bloquear la absorción del yodo y frenan la actividad de la glándula tiroidea. Es recomendable que no se consuma en exceso por personas que padecen hipotiroidismo.
También es recomendable que no se consuma en exceso en mujeres que estén en periodo de lactancia. Ya que estos bociógenos pasan a la leche materna. No es necesario eliminar completamente la ingesta de crucíferas, pero sí tomarlas moderadamente.