Descanso y cáncer

Los pilares en los que se sustenta nuestra salud en general, no difiere al final de los que son determinantes a la hora de tener una óptima remisión de cualquier tipo de cáncer.
Todo lo que publico en el blog, tiene una referencia especial al linfoma folicular, del que me ocupo yo personalmente. Sin embargo, encontraréis muchísimos artículos que son igualmente válidos, si nos referimos a cáncer en general.

Podríamos decir que el descanso, es posiblemente la más importante y poderosa herramienta que tenemos para llegar a la remisión o mantenernos en ella.
Durante el descanso nocturno se producen una serie de procesos depurativos en nuestro organismo, que podrían denominarse, una «quimioterapia» natural.

La mayoría de la gente, en el mundo occidental viven a un ritmo frenético y con trastornos del sueño; asociado a estrés en muchos casos también. Vivir en una ciudad implica estar expuesto a dos factores claves que impiden un descanso completo: el ruido y la luz. Un reloj digital en la habitación, puede interrumpir la producción natural de melatonina de la glándula pineal en el cerebro.

Numerosos estudios han demostrado que un tumor crece mucho más rápido cuando existe un trastorno del sueño.

Este artículo de Medline relaciona la melatonina con la muerte de las células de linfoma. Indica la importancia de la melatonina y su relación con el sistema inmunológico y el papel fundamental en la apoptosis celular.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16207299?dopt=Abstract

La melatonina es una hormona que producimos de forma natural y que regula el ciclo de sueño-vigilia. Este ciclo y su producción en la glándula pineal se obtiene bajo la influencia del hipotálamo, que recibe información desde la retina acerca de los patrones diarios de luz y oscuridad.

Esta hormona tiene una relación muy directa también con los niveles de vitamina D. Es un trabajo de sinergia, el que relaciona la vitamina D con la luz solar, y la melatonina con la falta de luz. Niveles bajos de vitamina D son muy habituales de encontrar en gente que padece insomnio.

La melatonina no sólo regula el sueño, tiene funciones antioxidantes, y actúa sobre el sistema inmune.  La melatonina tiene receptores en los linfocitos T colaboradores (membrana, citoplasma y núcleo), y producen interleuquina 4, que a su vez provoca la producción de inmunoglobulina A en las células B. 

Además también protege el sistema cardiovascular, estabiliza los ritmos biológicos del cuerpo y estimula la producción de la hormona de crecimiento. Estudios en ratones revelaron que podría también influir en los procesos electrofisiológicos asociados con la memoria.

Desde la pubertad, la glándula pineal comienza a envejecer y a calcificarse, y la producción de melatonina comienza a ser notablemente menor a partir de los 30 años.
Hay alimentos que tienen precursores de la melatonina, como la avena, el arroz, las patatas, maiz, tomates, ciruelas, nueces.
Existen tóxicos que aceleran la calcificación de la glándula pineal, como el flúor añadido de forma sintética en el agua o en los dentífricos. Desde aquí un llamamiento a que la gente reflexione sobre el consumo de agua del grifo, que en la mayoría de los países tiene flúor añadido (en Europa la mayoría de los países ya no agregan flúor en el agua, pero continua habiendo una concentración alta de flúor químico), o sobre la pasta de dientes. No es un tema que nos ocupe en este post, pero más adelante hablaremos sobre los mitos que rodean al flúor.
En este estudio realizado por Jennifer Luke, bióloga https://www.icnr.com/articles/fluoride-deposition.html se muestra cómo el flúor se adhiere a la glándula pineal.

Con todos estos datos no cabe la menor duda de la importancia de un sueño de calidad en nuestra salud en general, como prevención de problemas en el sistema inmunológico, y como factor determinante en linfoma folicular. No podemos decir que la melatonina sea la panacea en una «cura» para linfoma folicular, ni que su déficit sea presuntamente causante. Lo que sí es evidente, y los estudios así revelan, es que es un factor clave para una remisión duradera, o incluso para que el tratamiento que nos estén poniendo sea más efectivo

Tampoco es el objetivo de este post, lo haré en uno más adelante, pero cabe mencionar que los suplementos de melatonina no debe ser esa alternativa para mantener unos niveles óptimos de melatonina. Inducir la producción de melatonina de manera artificial, aunque no se ha demostrado que tenga efectos secundarios, puede alterar la producción natural de nuestro organismo. Estamos entonces en un proceso de alteración fisiológica, cuyas consecuencias aún no se pueden evaluar.

Debemos recordar que en el mantenimiento de la remisión de linfoma folicular, debemos favorecer las funciones en nuestro organismo de forma natural. Es muy difícil atacar las células B clonadas, ya que son practicamente idénticas a las sanas. Debemos favorecer las funciones que ayuden a fortalecer nuestros linfocitos B sanos y que este proceso sea el natural para ayudar a las células de linfoma y corregir la expresión en genes que nos ha conducido a padecer linfoma folicular.

Las claves de un descanso reparador

  • La luz. Dormir en completa oscuridad es clave para un descanso reparador. Si vivimos además en latitudes donde comienza la luz del día muy temprano, es recomendable incluso el uso de máscara.
    Si tenemos que levantarnos al baño durante la noche, es conveniente usar una luz muy tenue que altere lo mínimo posible la producción de melatonina, y que también no nos despeje demasiado y así conciliar el sueño lo antes posible.
  • Ajustarnos a nuestro reloj biológico. Las horas en las que nuestro organismo cumple mejor su función de detoxificación durante el descanso son entre las 10 de la noche y las 8 de la mañana. Hay que dormir en este periodo de tiempo, y acostumbrar a nuestro organismo a hacerlo en la misma hora a diario.
  • 8 horas de descanso, no menos. Personalmente he pasado años en los que dormía apenas 5-6 horas diarias, y creía encontrarme bien. No es un buen ejemplo, podría ser uno de los múltiples factores que favorecieron la aparición de linfoma folicular. 8 horas es lo ideal, no menos y tampoco más. Si no es posible conseguir tantas horas de sueño por la noche, es recomendable durante el día alguna pausar para dormir.
  • Evitar contaminación electromagnética. Tratar en la medida de lo posible no tener cerca emisiones de redes de telefonía, routers, etc. Viviendo en una ciudad es difícil, pero al menos apagar routers y teléfonos móviles durante la noche. Hace 2 años que vivo en plena naturaleza y solo llegan un par de señales débiles de redes de telefonía.
  • Cenas tempranas. La última ingesta de alimentos debe hacerse como mínimo dos horas y media antes de ir a dormir. De esta manera nuestro organismo podrá comenzar su proceso de reparación en el momento que conciliemos el sueño.
  • Lectura sí, móvil o TV no. La emisión de luz de un teléfono, ordenador o televisión, altera la producción de melatonina durante horas. Aunque vayamos a dormir a las 10-11 de la noche, debemos comenzar desde al menos una hora antes a generar melatonina. Destellos de luz como los que emiten teléfonos móviles alteran y retrasan la producción de melatonina. La lectura, sin embargo, puede ayudarnos a conciliar un sueño reparador.
  • No tomar estimulantes a partir de las 2 de la tarde. El té, café y otros alimentos o bebidas que puedan despejarnos, es conveniente evitarlos desde bastantes horas (8 al menos) antes de ir a dormir. Si tomas algún suplemento de vitamina B, es conveniente tomarlo por la mañana.
  • Practicar meditación a diario. La meditación marcó un antes y un después en mi calidad de sueño. No necesariamente por hacerlo antes de dormir. La práctica de meditar ha hecho que a mi mente le sea más fácil mantener la atención en la actividad que estoy realizando, y ha reducido considerablemente el estrés. Es raro ahora el día que me acueste y comience a pensar en cosas que tengo pendientes o me preocupen. Recuerdo el día que me dieron el diagnóstico de linfoma, creo que no tardé ni 5 minutos en quedar dormido aquella noche.

Tenemos una labor larga y laboriosa para conseguir un ciclo de sueño reparador, si padeces trastornos del sueño. 3 horas de sueño profundo durante la noche es suficiente, aunque para conseguir esto necesitamos probablemente 7 horas de sueño total.

No podemos confiar en que 8 horas durmiendo sea equivalente a un sueño profundo. Puedes dormir muchas horas y que estas no sean reparadoras. ¿Estás somnoliento durante el día? ¿Te cuesta mucho trabajo levantarte por la mañana? ¿Necesitas posponer el despertador varias veces? Revisa tu calidad de sueño y toma las medidas oportunas.

¡Felices sueños!

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